Copas de interfaz...

Y me pregunto, ¿cómo es que antes de ser los celulares grandes los hicimos pequeños por moda y ahora queremos el celular más grande? ¿Porqué las mujeres dejamos de usar tacones a cierta edad? ¿Las modas pasadas vienen y van, se combinan y se adentran a nuestra modernidad?

Y yo vivo en el futuro, osea pensando mañana, con el tiempo, poco a poco, ya será, quizá lo haga, ya ni siquiera me acerco a la báscula, porque sé que me deprimiré, cada vez me importa menos mi físico y solía ser muy vanidosa, ya ni siquiera me puedo levantar a arreglarme antes de salir a trabajar, y antes ir al cine era tranquilo para reponerme al día siguiente, ahora ir al cine significa un presagio, y preferiría ir en fin de semana si tuviera con quien.

Tomar ya no significa pasarla bien, significa irse a dormir temprano, las deudas aumentan, y antes la quincena era mi día favorito, hoy en día significa "ir a quitarme unos pesos de encima", no tengo nada en contra de los cambios pero me han sobrepasado.  Ir al spa era cada dos meses suficiente, ahora siento que cada semana necesito un masaje.

Me deprimen los adultos y me doy cuenta que me deprimo a mí misma, recostarse, buscar algo en el portal de netflix, consumir algún refresco, jugo, o electrolit, junto con algún alimento temprano para que dormir tranquila, es mi tormento diario, y ni siquiera estoy segura de querer salir a hacer algo de ejercicio porque temo debilitarme.

Los libros que quise leer, se convirtieron en mis principios ideales para ir a la cama, tendría promiscuidad de letras, si eso existiera, puesto que tomo uno y otro y otro y mi interés nunca está ahí, la mueca de la sonrisa que deleitaba a mis alrededores ahora esta congestionada y no quieres escabullirse más en la sociedad.

Mi circulo de amigos se hace cada vez más pequeño y me siento orgullosa de eso, mi cuello está harto de leer Rayuela, fumarse un cigarrillo junto a la almohadilla que apesta a su olor en mi balcón, las lentejuelas de mis antiguos vestidos ya no lucen más, han sido ocupados por pantalones y algún top obscuro.

La obsesión de que llegué el fin de semana ha borrado el aliento de mis días entre semana, mis lunes, martes y miércoles ahora solo existen para escuchar quejas que salen de mis dientes.  Mi mano está hasta la madre de presionar mi frente por falta de ambición, de responsabilidad y respeto.  Y es que el caso es que no voy en un camino derecho, sino surreal que altera mis ideas, se confunde y decae a diario.

No escribo más que reportes, emails a gente que no conozco, y estados de lo patético que es mi día, y tiemblo ante el miedo de pararme en seco y echar a perder lo que he logrado por el hecho de sostener que puedo, pero no quiero.  ¿Por que el miedo, si da igual? Por el peso que los demás ejercen ante mi, ante la avaricia de pensar que lo que ven soy.

Pero yo sólo tengo cabeza para idear como dejar de hacer lo que hago y subsistir con lo que quiero hacer.  Y entonces me deprimo frente al monitor, fumando un cigarrillo, pujando en el sanitario dentro de un espacio que ya no ocupo.  Ser quien quieres pero no quien soy nunca fue tan fácil.  Las letras frente a mi son vacías por que sé que no tienen sentido para mí.

Escuchando a una cantante ya muerta contemplando el agua caer de la perilla mal apretada y escuchando el chiquillo de un motor con falta de lubricante o aceite.  Lo más interesante que he hecho hoy ha sido pensarte para dejarte ir como todos estos días, un amor perdido en el tiempo.