Hoyo

Te diré que es lo que quiero, quiero que pase exactamente un mes, sí que sea 16 de agosto, para estar como sé que estaré, desempleada, sin un peso, de regreso a la escuela, sin carro, con un soplo en mi cabeza, y a seguir, buscar lo que quiero hacer, leer la mayoría del tiempo, tirada, limpiando desordenes, cuidando a mi pequeño hermano, agusto casa escuela, escuela casa, algún clase en mi itinerario, quizá aprenda algún idioma, o instrumento.

Pero ya quiero que llegue ese día, desvelarme, y no tener nada, pensar que es lo que quiero, porque tendré página en blanco. Discutir conmigo misma mi destino, como una foca floja que no tiene otro remedio que hacer lo que quiere, eso quizá sea emprender un camino totalmente distinto, pero el que yo quiero.

Sin tener que ver caras hipócritas, señoras viéndome de pies a cabeza, una jefa idiota mandándome, despertarme para ir a hacer exactamente algo vano y estúpido, sin repetir el nombre de mi reprimida cárcel cada minuto, sin tomar jugos naturales idiotas, ni comer comidas estúpidas.  Sin inspiración, una vida insípida, despertar tarde, con sueño, desesperada, aburrida, sin ganas, sin autoestima, e ir a un lugar donde sobran los rabo verdes, la hipocresía y la gente estúpida.

Pensar, analizar y al fin buscar la forma de hacer lo que quiero porque puedo, y si no puedo hallaré otra forma de cubrir el hueco, o regresaré al mismo hoyo, pero al  menos sabiendo que intenté salir, fui a conocer otros horizontes y regresé a mi hoyo por no encontrar más.