Escrito 09/03/2014

Tal vez fue que me quemaba el frío de esa noche, y que era tan bello el cielo para esa historia, el triste y melancólico recuerdo de esa noche era perfecto para aquella decisión. O tal vez fue que no pude escapar de aquella civilizada conversación tan civilizada para cagarse de risa, tanta confusión pero no había vuelta atrás, estaba justo ahí era el momento exacto para decir adiós.  Quizá fue sólo cuestión de tiempo, era lo determinado, iba a suceder, el cielo, la luna, el movimiento de rotación, tu boca explicándolo todo de manera que se encadenó mi atención hacia algo que nunca lo tuvo, un hacer el amor que apestaba a falta de esa palabra tan concluyente de dicha acción "amor", el cielo, el adiós, la melancolía, tu boca, rotación, traslación, un trompo, hechizada, ahora de rodillas, ahora abre tu boca, ahora desaparece, despídete, natural todo natural, boca, tierra, adiós.

O sólo fue el rechazo a la vaga memoria de un amor pasado ya de por si jodido, como para tener otro, para que llegar a esas vivencias, era más fácil dejarlo todo como estaba, sin rencor ni corazones rotos.  Y fríamente pienso que fue la mejor decisión, o al menos la que quedaba no fue mi decisión, fue su ausencia de compromiso, y suficiencia de aceptación.

Así que, aquí estoy lidiando como lidian los infortunios, con el duelo, aunque no será difícil suponiendo que retomaré proyectos en espera, y entonces, veremos en realidad si todo sigue igual o quizá llegues a ser mi aire...