Y entonces no entiendo como dio tal giro la vida a llegar a este punto, nunca imaginé y ni creó posible estar así, yo me hice adicta a sus letras, a leerlo a diario, de hecho cada dos o tres horas, me hice adicta a esperar sus letras...

Ala edad de los 20, no es sorpresa que las personas se den cuenta que están madurando, tampoco es sorpresa que comiencen a enamorarse, Aglae de 23 años fue a parar con un triste muchacho con trastorno de personalidad, problemas de sadismo y comportamientos psicópatas.

Como era de esperarse la inocente y energética muchacha sólo sentía que era una locura, su amor ideal, ni siquiera le pasaba por la mente la historia esperada que adjuntaba a su vida, un paso tras otro, un beso tras otro, un tinte tras otro, hasta que demostraba tener lo que el necesitaba para llegar a destronarlo todo.

16 de junio de 1996

Era una tarde normal, había un viento cómodo acariciando la piel de los que lo sentían.  Aglae y sus amigos decidieron tomar algunas bebidas para divertirse un poco.  Ella sólo pensaba en eso, en tomar algo de alcohol, disfrutar la plática amena con las personas que quiere y amigos, pensaba un poco en lo incómodo que sería más tarde cuándo tendría que asistir a un evento con sus mejores amigas al que no quería ir. 

Los dos acompañantes de esa tarde eran de sus personas favoritas, una delgada y bajita amiga Monroe, que cuando hablaba y se enojaba sonaba más cuál si fuera alguien de dos metros, una chica con problemas de amor que Aglae no sabía enfrentar porque no había consejo que ayudara en lo absoluto a superar su historia.  Su mejor amigo, Homero, quién físicamente tenía semejanza a un motociclista de 1.80, corpulento, y gordo para cargarlas a las dos al mismo tiempo y hasta a alguien más, con una personalidad tan dulce que hasta al mismo Papa sorprendería, una persona humilde aunque algo grande de edad.

...Pequeño extracto, "Mi muerte chiquita" ISABEL ROMÁN

"¿Crees que siempre estemos así, sonriendo y disfrutando habernos encontrado, encontrar el amor verdadero?... Pero siempre es una palabra muy grande... tal vez alguno de los dos la destruya...