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Las personas emocionalmente inestables no deberíamos lidiar con nuestra vida cotidiana después de una pérdida, se siente como si los ojos quisieran lagrimear a cada instante, apenas cruzas palabra y quieres desplazarte a los brazos de un individuo y contarle todo.

Menester contener las lágrimas, pero, un rompimiento es lo peor, un corazón roto eso si es la muerte misma, como lidiar con algo que nunca tuviste, o quizá tuviste y desaparece, como desaparecen las estaciones y vuelven.

Y si ya era suficiente, las pesadillas que te hacen despertar con la suave caricia de tu subconsciente recordándote lo que sientes y deseas olvidar.  No dormir lo suficiente porque quieres despertar y creer que sólo fue un mal sueño.  Levantarte temprano, esperar, buscar, tratar de imaginar si la otra persona te esta pensando.

La ausencia de hambre, y de concentración, la falta de sonrisas, y lo peor, tratar de superarlo, eso si es la destrucción, porque en este momento eres tan masoquista que quieres estar así, porque aun crees que no es el fin, esperas que no lo sea, ya que aun no dijiste adiós, no como debió ser, no pretendes cerrar la puerta, porque determinas que él la encuentre abierta.